Programación
Neurolingüística nos ofrece una estrategia para poder diagnosticar nuestros
síntomas físicos y/o mentales a través del movimiento y del cuerpo. Gracias a
esta técnica podrás identificar problemas que no te gusten y cambiarlos de
manera efectiva y sencilla. El nombre de este proceso es LA DANZA DEL
S.C.O.R.E.
Coloca en el piso 5
papeles en línea con una distancia de 30 cms. entre uno y otro. Cada uno tiene
una letra que representa una palabra.
· S para síntoma
· C para causa
· O para objetivo
· R para recurso
· E para efecto
Colócate delante de
la “S” y piensa cuál es tu síntoma, lo que quieres resolver. Por ejemplo,
angustia, timidez, enojo, culpa, estrés, “O” también puede ser un problema de
salud como dolor de cabeza, colitis, estreñimiento “O” el síntoma que deseas
cambiar.
Ahora piensa en el
síntoma y en una ocasión específica en que se manifestó. Ya que lo tienes identificado,
entra al espacio marcado con “S” y revive completamente esta situación, viendo,
escuchando lo que te dice a ti mismo y sintiendo lo que te provoca este
síntoma, con una respiración profunda y cerrando los ojos. Se sale de este espacio.
Ahora colócate
delante de “C” y piensa desde cuándo tienes este síntoma y cuándo es que
aparece. Al identificar la causa, da un paso hacia delante y métete en el
espacio de Causa. Aquí revive la situación que dispara al síntoma recordando si
es posible, la primera vez cuando esto ocurrió, “O” la más lejana de que puedas
recordar. Respirando profundamente observa, escucha y siente todo lo que sucede
tal y como si estuviera sucediendo ahora mismo, dándote cuenta en qué parte de
su cuerpo se aloja con más fuerza este sentimiento, tocándolo y cerrando los
ojos. Sal del espacio.
Te colocas esta vez
enfrente de “O” y piensa que si lo anterior es justo lo que no quieres, ahora
es en que sí quieres. De esta manera surge tu objetivo. Este objetivo debe
estar decretado en presente, de manera positiva y afirmativa, por ejemplo, si
el síntoma es la angustia cuya causa son los viajes constantes de trabajo del
marido, y si esto es justo lo que no quieres seguir sintiendo, ¿cuál sería su objetivo?
“Yo puedo permanecer tranquila
cada vez que mi marido sale de viaje”. Este objetivo está en tiempo
presente simple, está en positivo y en afirmativo. Uno incorrecto sería “Yo no me angustio cuando mi marido
sale de viaje”, ya que estaría hablando de lo que no quiere, y no de lo que quiere. Este se
encuentra en negativo.
Una vez elaborado el
objetivo, da un paso al frente dentro de “O” y cerrando los ojos, dilo en voz
alta respirando, unas 3 veces, viviendo tu objetivo logrado y dándote cuenta en
qué parte de su cuerpo se encuentra esta sensación de tranquilidad. Sal de “O”.
Ahora colócate
delante de “R” que son los recursos y define cuáles necesitas para alcanzar tu
objetivo.
Los recursos son los
que te impulsan a lograr lo que te propones. Estos pueden ser: flexibilidad, tolerancia,
confianza, paciencia, fe, amor, disciplina, organización, decisión,
tranquilidad, seguridad, valor, etc. Ya que hayas escogido uno o más recursos
que creas necesitar, da un paso al frente y se entra en el espacio R. Aquí vas
a recordar un momento en tu vida en que hayas tenido este recurso o recursos.
Igualmente evoca este momento viendo, escuchando la dinámica que se está dando
y sintiendo el recurso o recursos dentro de ti misma con una respiración
profunda. Ya que lo hayas experimentando y tocándote la parte del cuerpo donde
la sensación es más intensa, pasa al espacio de “O” y vuelve a repetir tu
objetivo aunado a la respiración, unas 2 veces, con los ojos cerrados. Sal de este
espacio.
Te colocas enfrente
de “E” y, todavía tocando esta parte de tu cuerpo donde se encuentran las sensaciones
positivas, piensa en los efectos que tendría para ti y para los que te rodean
el que lograras tu objetivo. Otra vez, al tener los efectos identificados entra
al espacio “E” y vive estos efectos respirando profundamente. Este espacio es
muy importante pues aquí se encuentra el para qué quieres lograr el objetivo.
Aquí se le da un sentido.
Sal y teniendo todas
estas sensaciones en tu cuerpo entra el síntoma para revisar los cambios que seguramente
se han dado.
La forma de que tu
objetivo se convierta en una programación es repetir continuamente lo que se
vivió en “O”, “R” y “E” cada vez que te acuerdes y sobretodo en el momento que
sientas que el síntoma está por manifestarse.
Esta técnica de
Introspección del Problema, es altamente eficaz, pues hay un movimiento mental aunado al físico, y
de esta manera la mente es capaz de separar las conductas y sus causas o beneficios.
Gracias a este instrumento de clarificación, la persona encuentra lo que quiere
y lo que debe hacer para obtenerlo.
Desplazar nuestro
cuerpo permite a nuestro cerebro “seriar los problemas” y aprender un excelente
método de reflexión y resolución de problemas.
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